Bendición de la ampliación de la Casa Hermandad.
A la finalización de la Función Principal de Instituto al Santísimo Cristo de la Buena Muerte. el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Ramón Darío Valdivia Giménez, Arzobispo Auxiliar de Sevilla, tuvo a bien bendecir la ampliación de nuestra Casa Hermandad, donde se ubicarán los pasos de nuestros sagrados Titulares.
DISCURSO DEL HERMANO MAYOR CON MOTIVO DE LA INAUGURACIÓN Y BENDICIÓN DE LAS NUEVAS DEPENDENCIAS DE LA CASA HERMANDAD
En un día como el de hoy es el momento de dar las gracias.
Agradecerle al Excelentísimo señor Arzobispo Auxiliar de Sevilla, Monseñor Ramón Valdivia, de todo corazón, en nombre de todos los Utreranos y especialmente de nuestros hermanos, el cariño y la cercanía que siempre ha mostrado con la hermandad de los Gitanos y su predisposición a estar compartiendo con nosotros este momento tan especial como es la bendición de estas nuevas dependencias de nuestra Casa de Hermandad.
Muchísimas gracias don Ramón.
Gracias a nuestro Párroco y Director Espiritual, Reverendo D. Juan Luis Rubio Lora, por su colaboración constante con la Hermandad. Como no puede ser de otra forma, nos consideramos un grupo parroquial más. Gracias por estar de nuestro lado cada vez que precisamos algo y está en su mano ayudarnos. Ni que decir tiene que este local desde ahora mismo se pone a disposición de la Parroquia para lo que ésta precise.
Gracias de corazón a nuestro Reverendo Padre D. Plácido Diaz, Delegado Diocesano de Pastoral Gitana en Sevilla y hermano de nuestra Hermandad, por su compromiso y por estar siempre a disposición de la Corporación y de sus hermanos.
Gracias a la Junta de Gobierno que tengo el inmenso honor de presidir. Sin vuestro esfuerzo hubiera sido del todo imposible este logro. Permitidme que el agradecimiento lo personalice en nuestros Priostres y Mayordomo por tantas horas de dedicación.
Gracias a tantos hermanos que han trabajado denodadamente en la adquisición, adecentamiento y equipamiento de este nuevo espacio.
Y como no, a todos los hermanos de Los Gitanos que han tenido la paciencia y la comprensión necesaria con esta Junta de Gobierno durante las semanas en que se han ejecutado las obras.“Por todos aquellos que nos precedieron, y por todos los que vendrán”. Quisiera tener un recuerdo muy especial a todos aquellos hermanos que nos precedieron en la historia de nuestra Hermandad y que no pueden estar disfrutando de estos momentos con nosotros. Suyo es también este logro.
Ahora solamente falta llenar estas amplias dependencias de verdadera vida de Hermandad; de fraternidad entre los que aquí convivamos algunos momentos de nuestra vida; de probado compañerismo a la hora de afrontar otros retos, que llegarán, y no tarde; de noble lealtad a la hora de tomar decisiones corporativas y empujar todos en la misma dirección; y, sobre todo, de auténtica fe que nos lleve a la caridad entre todos.
Ya, por último, pedirle al Santísimo Cristo de la Buena Muerte y a Nuestra Madre de la Esperanza, que sea éste un lugar de auténtica convivencia fraterna de todos los hermanos de Los Gitanos, un espacio de diálogo, de colaboración, de perdón y de amistad; un lugar de paz.
En definitiva, que esta casa además de servir para ofrecer un servicio más adecuado y digno a nuestros hermanos, y para la mejor conservación y almacenamiento de nuestros bienes y enseres, facilite nuestra formación cristiana y nuestro amor a la Iglesia, para que los hermanos de Los Gitanos seamos verdaderos hijos de Dios y estemos siempre comprometidos en la evangelización.
Dijo el Señor a sus discípulos:
“Cuando entréis en una casa, decid primero: Paz en esta casa”.
Aquí tenéis vuestro hogar todos los “Peregrinos de la Esperanza”, todos los hermanos y hermanas de Los Gitanos. Digamos todos juntos alzando una sola voz: “Paz en esta casa”.
EL HERMANO MAYOR
José Jiménez Loreto
Durante el acto y el posterior ágape pudimos disfrutar de la simpatía y cercanía del Sr. Arzobispo, que compartió con todos los asistente unos momentos de charla muy agradable.