Es una artística imagen del siglo XVI de una extraordinaria importancia histórica, fué restaurada en el año 2005, entre Agosto y Octubre por el restaurador Utrerano, D. Sebastián Martínez Zayas, limpiándola de los innumerables repintes a los ha que había sido sometida a lo largo de los últimos siglos. Así esta escultura proviene del desaparecido Convento de Santo Domingo, como en el caso de la imagen del crucificado, fundado en 1542 por D. Bartolomé López Marchena y Guiomar Alonso, su mujer –tuvo capilla propia y hermandad fundada en 1.568– y gozó de la devoción de la Orden y del pueblo especialmente desde el año 1585, en que fue nombrada Patrona de la Villa; pero dejemos que sea el historiador utrerano don Juan del Río el que nos lo comente «En el año de 1585, siendo alcaldes en la villa Luís de Guzmán y Hernán Pérez Bexines, hubo una cruel pestilencia y mortandad; habiendo el pueblo muchas rogativas y plegarias a Ntra. Sra. del Rosario, la sacaron a procesión por la calles y desde aquel día cesó el contagio, y no murieron más personas, y a petición de dicha Hermandad se tomó y nombró por Patrona de la Villa de Utrera». La Hermandad de los Gitanos en la actualidad trata de recuperar la devoción de esta Imagen, que a lo largo de los años había decaído hasta casi llegar al total olvido con que la recogió la Hermandad en el año 97.